Soy Luis Orozco, nací en un barrio de Burgos cuando la ciudad compartía su paisaje y su olor con el campo; era el año 1954. Estudie sucesivamente en un Seminario de curas, en el Instituto Masculino, en el CUA de Burgos y en la Universidad Central de Barcelona. Fui un niño místico, un adolescente atormentado y luego conseguí ser casi normal. En tiempos de la dictadura la política me absorbió; mis amigos y amigas me ayudaron a soportar la decepción. Era la segunda vez que la experimentaba, después del fracaso místico-religioso, pero creo que nunca me van a abandonar la rabia que me provocan la hipocresía y las injusticias; tampoco la creencia en que es posible y necesario un futuro mejor que el que nos deparan desde el poder las oligarquías económicas.

Además de este he escrito un libro sobre ese tema* y tengo otros en la misma línea, aunque creo que se han quedado obsoletos porque, como ustedes ven, el mundo va de maravilla.

Desde hace más de 30 años resido en Ibiza, pero cada vez me importan menos las banderas, las fronteras, las identidades y todas esas mierdas que nos enfrentan a los humanos. No reniego de mi patria chica, pero mi verdadera patria está en el futuro: una humanidad consciente y solidaria.

* Manifiesto DEMUN. Democracia Mundial: una utopía necesaria. Editorial DoSSoles. Burgos 2015.