Año 1379. Han terminado los violentos enfrentamientos entre los dos linajes más poderosos de Castilla Vieja: los Velasco, que no reconocen límites en su ambición de poder, y los indomables Salazar, vencidos y desarraigados de Castilla tras casi cien años de luchas.

Pero Enrique II, rey de Castilla y de León, consciente de que le quedan pocos meses de vida, decide terminar con esa enemistad forzando el matrimonio del último Salazar –un hombre amargado y empobrecido– con una Velasco rebelde, amante de la libertad y muy poco dispuesta a obedecer.

El proyecto del rey se torcerá a causa de un juramento que pronuncia Salazar, y la situación tomará derroteros insospechados, llevando a los protagonistas a recorrer el Camino de Santiago. En él, Lope García de Salazar, ahora un penitente, y Sancha de Velasco, decidida a vengarse de Lope y disfrazada de juglar, conocerán a clérigos, peregrinos, caballeros y gentes del pueblo: un mundo lleno de vitalidad que les hará cambiar.

Paralelamente, el Camino de Santiago va a ser un camino iniciático en el que Lope y Sancha han de enfrentarse a las consecuencias de una compleja red de sentimientos encontrados cuya solución deberá pasar por quebrar la mentira que los une, y, al mismo tiempo, los separa.