La esperanza que no cesa
La esperanza que no cesa
Miguel López del Bosque
Burgos 2011
ISBN: 978-84-96606-74-6
274 páginas
19,00 €
Miguel López del Bosque El Autor

Licenciado en Filosofía y Letras –Geografía e Historia–, diplomado en Teología y Maestro por convalidación, Miguel López del Bosque nació en Monfarracinos, un pueblecito de Zamora, y su infancia transcurrió en Zamora capital donde tuvo lugar su primera escolarización.

Ingresó en el Seminario Menor de Toro donde estudió los cinco años de Humanidades. Su familia se trasladó a Girona y allí, en el Seminario Mayor estudió dos años de Filosofía.

Su vocación misionera hizo que se decidiera por el Seminario Nacional de Misiones Extranjeras de Burgos en el que completó los estudios de Filosofía y Teología más el Año de Espiritualidad.

También en Burgos, aún de seminarista, tuvo sus primeras experiencias pastorales en catequesis y grupos de A.C. en distintas parroquias de la periferia y pueblos aledaños. Completado su ciclo de formación, lo destinaron a Mozambique al conocido como “Grupo de Padres de Burgos” (por tratarse de los Misioneros del Instituto Español de Misiones Extranjeras que tenía su sede en Burgos).

Tras unos años de trabajo en Mozambique (municipio de Moatize) dedicados especialmente a la formación y preparación de la juventud dirigiendo y dando clases en el Liceo San Juan Bautista, fundado por los citados Padres de Burgos.

Llegado a España, los superiores del IEME le encargaron la labor de formar y dirigir a los seminaristas del ya mencionado Seminario Nacional de Misiones Extranjeras durante unos años.

Le concedieron la secularización. Algún tiempo después contrajo matrimonio con Angelines.

La autobiografía que vas a leer te conducirá por las etapas de la vida que forman el genoma de Miguel. Te hospedarás en una familia movida por el cariño y el afán de superación, visitarás lugares y edades de tu país y al llegar a Burgos te ofrecerán una silla para que rememores tiempos felices. Y arribarás a mundos ignotos tan perdidos en la distancia como próximos a la verdad. Viajarás por senderos de arena enrojecida por la savia roja de África, te darás de bruces con el brillo del hombre negro dorado por el sol, te sumergirás en la lucha enconada por la subsistencia y captarás la humedad de las noches oscuras en la cárcel. Entonces África entera te sonreirá agradecida. Pero, sobre todo amigo lector, olerás el perfume del amor auténtico, desinteresado, vivido con ahínco día y noche. Con el paso de las hojas tu pituitaria quedará plenamente saturada. Ya lo apreciarás.